El sistema se preocupa de que esos cambios conlleven a menos puestos de trabajo para cuidadores infantiles, ¿Soy la única que opina que podrían haber menos guarderías y más puntos de encuentro para familias que quieran realizar talleres de manualidades repletas de creatividad, baile en familia, charlas en tribu, talleres en grupo y un sin fin de actividades que a muchos padres nos interesa realizar con nuestros hijos? Seguiríamos necesitando esos puntos de encuentro aunque con distinta finalidad, y seguiríamos necesitando profesionales que nos impartieran dichos talleres. La cadena seguiría pero con un mayor beneficio para todos, sobre todo para nuestros peques.
¿Cuántas lactancias se han visto truncadas por la presión social y por ser difícil mantener dicha lactancia al volver a nuestro puesto de trabajo? ¿Cuántos papás y cuántas mamás se quedan destrozados cuando se tienen que ir a trabajar largas e interminables jornadas dejando a sus hijos llorando por sentirse "abandonados" ya que ellos no entienden que jamás les abandonaremos aunque nos tengamos que ausentar? ¿Cuántas veces hemos deseado que esa inevitable separación sea más breve con jornadas intensas o reducidas que no siempre son posibles? ¿Cuántas veces hemos pensado que ojalá los pequeños emprendedores tengamos más oportunidades y más ayudas para poder seguir con nuestro sueño?
Por esto y mucho más debemos seguir luchando unidos para conseguir que nos escuchen, para conseguir una conciliación real YA, una conciliación familiar y laboral digna que cada uno de nosotros nos merecemos, seamos padres o no, porque la finalidad de ello nos concierne a todos. A los abuelos que cuidan de sus nietos intentando aguantar ese ritmo, esa energía y esa vitalidad que los peques demuestran tener a cada segundo. A los padres que desearían disfrutar más de su familias en vez de estar más de 12 horas diarias en su puesto de trabajo para poder tener un plato de comida en la mesa cada día. A los jóvenes que merecen seguir teniendo tiempo para explorar otros campos de estudio, de aprendizaje, de experiencia. A nuestros hijos que lo único que desean y necesitan es tiempo de calidad con nosotros, jugar desarrollando su propia creatividad y amor. Dosis y dosis de amor sin restricción.
Aquí y ahora prometo que no me rendiré jamás, que esto lo hago por mí, por mi hija, por mi familia, por las familias que se sienten como yo. Porque deseamos una vida sin tantas preocupaciones económicas, sin tanto estrés externo, sin sumisión. Porque deseo que mi hija sea quien quiera ser, no que elija la carrera con "más salida", sino que toda opción sea próspera, válida y valorada como tal. Porque conozco familias de Suecia y Finlandia que sí logran ese pack que beneficia a cada miembro familiar. Porque ayer en la primera concentración de familias en plaza Sant Jaume de Barcelona, conocí a esas personas que luchan por un fin común, que no se rinden, que tienen esperanza. Pocas personas luchando por muchas pero que cada vez seremos más. Este es el momento, únete a Madres sí. Pero guerreras también y pon tu granito de arena en cambiar el mundo.
Por una Conciliación Real YA
#ConciliarEsVivir #ConciliAcción #MadresGuerreras
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Sara Ribot.
Escritora, bloguera y mamá por encima de todo.
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