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domingo, 23 de abril de 2017

La importancia de la lectura en la primera infancia


La importancia de la lectura en la primera infancia es mayor de lo que creemos. Todo de basa en respetar el aprendizaje de cada peque y, de mientras, acompañarles en este proceso con nuestra interacción diaria. Y leerles un cuento, sea con una historia verídica o fantasiosa, debería ser una rutina imprescindible.

Estaréis de acuerdo conmigo en que no es lo mismo que vean los dibujos en la TV o los vídeos del YouTube, que estar en contacto cercano y/o arropados con mamá/papá a la hora de leerles o pasarles delicadamente las páginas de un libro o un cuento infantil. No solo por el hecho de estar solos o acompañados, sino por el vínculo que creamos en ese preciso instante, mientras compartimos sabiduría, amor y buenos valores morales.

De ahí que también sea primordial escoger bien los libros o los cuentos que queramos introducir en su primera biblioteca, al estilo Montessori por ejemplo. Porque leer un libro que trata a los infantes como ciudadanos de segunda clase, o cuentos que intentan quitarles importancia a sus emocionales reales y sentidas, no crearán más que una mella en su mente y su corazón empezando a propiciar una mentalidad sumisa insostenible.


Cambiar la percepción y la esencia de esta sociedad violenta, esclavizada, racista y misógina empezará por nosotros con nuestra previa sanación para retirarnos finalmente la venda de los ojos, y así, dejarles decidir sin prejuicios, facilitando a su alcance materiales educativos lo más naturales y respetuosos posibles y, por supuesto, saber escoger un sin fin de lecturas imprescindibles para que nuestros peques capten el significado de sus sentimientos, la libertad de expresión y potenciar su autoestima reafirmándose en sus propias creencias o prioridades. Las que deseen potenciar.

Os recomiendo, por tanto, cuentos infantiles como el de Lléname de besos el bolsillo para combatir sus miedos reales cuando deben incorporarse a la escuela. Páginas como Mis cuentos infantiles donde cada día Sandra nos hace reseñas de cuentos preciosos con un trasfondo moral respetuoso, o la página de El nido de Balandis donde también hace reseñas y cuenta cuentos. También tenéis un grupo de Facebook llamado La Biblioteca de los peques: literatura infantil y juvenil donde se comparten, comentan, encuentran libros y solventan dudas.


¡Feliz mes del libro y feliz crianza!


Sara Ribot.
Asesora BLW / Lactancia / Educación Viva.
Escritora, blogger, youtuber, comunicadora.
Autora de Otro mundo es posible mediante la crianza con apego y La maternidad al descubierto bajo mi nombre Sara Ribot. Y El libro de los protectores bajo mi pseudónimo Sarah Blump.

miércoles, 12 de abril de 2017

Dejemos de intentar ser madres perfectas, eso solo nos frustrará más


Dejemos de intentar ser madres perfectas, eso solo conseguirá que nos frustremos más. Desprendernos de esas expectativas que tienen puestas en nosotras desde que nacemos será un arduo trabajo de sanación, pero entre todas, podemos conseguirlo. Exacto. El primer trabajo será concienciarnos de que no existe la madre, el padre ni el humano perfecto. Es mejor darse cuenta y aceptarlo cuanto antes.

En cuanto nacimos, nuestro entorno ya nos metió presión para comenzar a gatear, andar, comer, dormir del tirón y miles de logros más sin tener en cuenta nuestro propio ritmo de aprendizaje y evolución natural. ¿Qué ocurre entonces? Que a medida que vamos creciendo, la mencionada presión no mengua sino que cambia. Se transforma para adquirir otras caras que aún no habíamos visto, como el resquicio del machismo que sigue presente en la sociedad aunque intenten centrarnos solo en los aspectos que han mejorado, disfrazando, sin éxito, una desigualdad que sigue viva.

Nos cueste o no admitirlo, somos nosotras, las mujeres, las que debemos luchar para que se nos oiga. Cierto que cada vez hay más hombres que nos apoyan en esta batalla diaria, pero si luego hay mujeres que se cavan su propia tumba cediendo consciente o inconscientemente ante las peticiones que nos inculcaron desde que nacimos, o mujeres que, cegadas por el constante condicionamiento que han recibido durante toda su vida, incluso defienden esta sociedad patriarcal... Estos sucesos solo consiguen que el cambio sea más lento y no tan notorio, aún a sabiendas de toda la información que tenemos al alcance de nuestras manos con tan solo un click.


La solución está en nosotros mismas. En creer en nuestras capacidades sabiendo que siempre estamos a tiempo de aprender de nuestros propios peques, quienes nos enseñan valiosas lecciones si estamos atentos y receptivas. En saber y detectar cuál es nuestro límite para pedir ayuda si fuera necesario, porque es cierto, no tenemos por qué obligarnos a poder con todo. Si nos doblegamos ante esta presunción, solo conseguirá que nos frustremos más en vez de vivir plenamente nuestra maternidad. Y, también, en ser conscientes de que no siempre estaremos a la altura de las nombradas expectativas -incluidas las que nosotras mismas nos imponemos inconscientemente- porque nos equivocaremos, y cuando eso ocurra, aprender de nuestros errores para mejorarlos la próxima vez, será nuestro cometido.

Rodearnos de nuestra propia tribu, ya sea virtual o presencial, para apoyarnos cuando lo necesitemos, será clave en todas las etapas de este nuevo camino, en el que nuestra familia crece y nuestras responsabilidades con ella. Es duro, difícil y a veces abrumador, pero con mensajes de complicidad, entre nosotras podemos abordar los posibles y futuros conflictos con nuestros hijos de la manera más respetuosa para toda la familia. De ese modo, los hijos que hoy son escuchados, aprenderán una valiosa reflexión desde el respeto y el verdadero ejemplo de decir NO a la sumisión, y es que...

Siempre existen otras maneras de abordar las futuras situaciones de conflicto desde un punto de vista igualitario.

Escritora de crianza y novelista.
Asesora de lactancia / Blw / Educación viva.