Todo cambio se inicia y depende de cómo criemos.

Cada poco tiempo me gusta releer un artículo de El blog Alternativo que en su día también me inspiró para escribir el libro. Trata sobre la sociedad tan desnaturalizada en la que vivimos y que en los últimos años ha ido acrecentando, os recomiendo leerlo de principio a fin.

Y es que la sociedad y nuestro estado va mucho más allá de lo que pensamos. Su arma más fuerte es el consumismo y la publicidad, entre otros. Mantenernos ocupados, entretenidos y manipulados es su táctica disuasoria. No solo nos marcan las pautas a seguir sobre moda, sino también en nuestra alimentación diaria -ya sea proteínica, dietética o para sustituir la lactancia materna en bebés-, en estar a la última con la tecnología vigente, en tener el aspecto físico de una modelo o "barbie" e incluso sobrellevar la presión social de seguir la corriente en masa en todo lo mencionado y más para ser aceptado socialmente.

Como bien predice la OMS (Organización Mundial de la Salud) para el año 2020 la principal enfermedad será la depresión. Sabiendo estos datos y esta información, ya no nos quedan excusas para ser parte de un cambio realmente necesario en nuestra sociedad porque en vez de evolucionar parece que vayamos hacia atrás. Sí, tecnológicamente hablando la evolución es palpable pero la evolución que debería prevalecer es la vida humana, mamífera, animal, natural.

Como bien dicen en el artículo de El blog Alternativo: 

"Otro mundo es imprescindible y está al alcance de la mano con tan sólo tres requisitos... Oxitocina -que es la hormona de la felicidad-, apego y conciencia".

El amor y el vínculo familiar afectivo es lo que debe prevalecer en nuestro día a día desde que se inicia el embarazo, seguido del parto y la crianza. Sí, todo depende de ello y sobre todo de cómo criemos desde el minuto 0 porque todos los beneficios se reflejan en la edad adulta y nuestros hijos son los adultos del futuro que pueden esforzarse para coexistir en un mundo mejor.

Poco a poco la sociedad lo va desnaturalizando todo cuando lo natural es lo que nos hace humanos y nos conecta con la bondad y nuestra alma más pura. No olvidemos lo que es realmente importante en la vida y transmitámoslo a nuestros hijos, sobrinos y nietos. Las herramientas y la información están a nuestro alcance para afrontar todas las etapas de la crianza de la mejor manera... ¡Dejemos de ser meros espectadores y formemos parte del cambio!

Sara Ribot.
Escritora, bloguera y mamá.

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