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miércoles, 16 de noviembre de 2016

El cambio educativo también debe proceder de las formaciones del profesorado y su consideración social.


Es muy importante diseñar un modelo educativo que no pierda el contacto con la naturaleza y el juego acompañado de explicaciones coherentes y respetuosas sin castigos añadidos ya que la propia consecuencia natural, la que cae por su propio peso, es más que suficiente para que aprendan la lección de las situaciones cotidianas que se irán encontrando en todas las etapas de su vida.

¿De qué consecuencias naturales hablamos?

Cuando se tropiezan por no mirar bien por dónde pisan, ese hecho mismo de tropezar es suficiente para que aprendan que hay que mirar y estar más atentos al caminar por la calle. No debemos presionarles con frases como <<¿Ves? Te lo dije>>. En su lugar les preguntaremos si están bien y nos cercioraremos de que no se hicieron daño.

Del mismo modo, cuando un adulto se cae, los demás le ayudamos a levantarse, pero cuando es un niño el que tropieza sólo le decimos: <<Anda, levántate, que no pasó nada>>.

¿De verdad creemos que por ayudarles a ponerse de pie nunca podrán hacerlo por sí mismos?


Lo que necesitan los niños para su desarrollo es aprender a través de la experimentación en el campo que mejor se les dé y en el que más interés demuestren, porque no a todos se nos da bien todo.

De ahí que el cambio también deba proceder de la propia formación del profesorado y su consideración social, promoviendo las enseñanzas libres y respetuosas. Urge dejar atrás los métodos conductistas tanto en las familias como en los docentes.

Una de las escuelas alternativas que más está creciendo es la basada en la pedagogía Montessori, inspirada en las ideas de la pedagoga y doctora María Montessori, que siempre defendió potenciar el desarrollo del niño sin imposiciones, entre otras muchas ideas visionarias que promovió con el fin de conseguir un futuro mejor para todos.

Por otro lado, Rudolf Steiner, filósofo, pedagogo y creador de la metodología Waldorf, también está teniendo un gran auge en los últimos tiempos.

Ambos métodos son considerados alternativos a la educación tradicional y es cierto que tienen aspectos en común, pero son muy diferentes entre sí. Ambos son respetuosos, pero se basan en metodologías diferentes, de ahí la importancia de conocerlos para que podamos elegir el que más se adapte a nuestra filosofía de vida.


Al fin y al cabo, todos estos métodos no dejan de ser diferentes opciones para impulsar el cambio educativo que necesitan urgentemente las escuelas convencionales: Una nueva concepción del aprendizaje con el propósito de respetar los ritmos y la creatividad de nuestros hijos.

Las características comunes a estos y otros métodos educativos los comentaré en el próximos post... ¡No os lo perdais!


Sara Ribot.
Asesora de blw.
Escritora, blogger, comunicadora.
Autora de Otro Mundo Es Posible mediante la crianza con apego y La Maternidad Al Descubierto.

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