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lunes, 29 de febrero de 2016

"Somos las marionetas del Capitolio"

Ya se ha demostrado repetidamente que la Educación tradicional ha dejado y deja mella en nosotros pero aún así la sociedad sigue defendiéndola. A ellos les interesa crear seres obedientes que no cuestionen las injusticias ni las desavenencias existentes con el fin de conseguir un evidente control de la situación, de la población, y una mayor producción. Somos las marionetas del Capitolio. Los padres que también defienden el rol social impuesto es por miedo al cambio, por miedo a que lo nuevo no sea mejor de lo que tenemos. Porque sus condicionamientos son mayores, sus cegueras reales.


Pero cada vez hay más proyectos de pedagogía libre -escuelas libres-, algo digno de mencionar, y lo primero que piensan muchos padres al escuchar esas palabras es que sus hijos van a estar mal criados, que no van a conseguir ser independientes ni "obedientes". Nada más lejos de la realidad.

Ante la obediencia, veo la necesidad de hacer un inciso y decir que nuestros hijos no nos deben obedecer y por lo tanto, nosotros no debemos imponer. En su lugar, SÍ que está en nuestra mano guiarles, explicarles y acompañarles en el camino de lo correcto. Son muy astutos si les dejamos ser. Poco a poco irán aprendiendo nuestras enseñanzas respetuosas y conscientes, más aún si actuamos con el ejemplo mientras dejamos aflorar su creatividad y su "yo" interior.

Por otro lado, no concibo ninguna explicación que incite al maltrato físico o psicológico. En un momento dado en el que nuestro agotamiento nos supera se nos puede escapar algo que no queríamos decir pero en ese caso debemos pedir perdón. Nuestros hijos tienen que saber que todos podemos errar y por consiguiente, rectificar. Sin embargo, el hecho de impartir y defender a ultranza una educación que incite a la sumisión de nuestros hijos, no es el camino adecuado ni el necesario para el cambio que necesita nuestra sociedad aquí y ahora. Estas prácticas no defienden los derechos de las personas, de nuestros hijos.


Las escuelas en las que aun imparten la educación retrógrada respecto a los castigos, a la "silla o rincón de pensar", a imponer todas las asignaturas, exámenes y deberes habidos y por haber, son las escuelas que no tienen una visión de futuro, una visión del cambio evolutivo en el que ya llevamos un retraso considerable.

Una vez más, la información es poder y si nos guiamos por el país que desde el año 2.000 están en el primer puesto respecto a la mejor educación e indagamos, nos daremos cuenta de que Finlandia cree y profesa la pedagogía totalmente libre, activa y respetuosa en la que las clases pasan a ser espacios de lectura, experimentación, natura, música, arte y las asignaturas pasan a ser proyectos.

Como los docentes Finlandeses predican, lo que necesitan los niños para su desarrollo es experimentar y potenciar el campo que mejor se les da y en el que más interés demuestren. Porque no a todos se nos da bien todo. E insisten sobre la importancia del contacto con la naturaleza y el juego acompañado de explicaciones coherentes y respetuosas sin castigos añadidos ya que la propia consecuencia que cae por su propio peso es más que suficiente para que aprendan la lección de las situaciones cotidianas diarias que nos vamos encontrando en todas las etapas de nuestra vida.


Por lo que el cambio también debe proceder de las Universidades y los Magisterios. Dar a conocer y estudiar una enseñanza libre y respetuosa es primordial. Urge dejar atrás los métodos conductistas tanto en las familias como en los docentes.

Otra de las incorporaciones beneficiosas a un gran cambio que cada vez se oye y se ve más es la educación Montessori proveniente de la educadora María Montessori, una emprendedora mujer que siempre defendió potenciar el propio desarrollo del niño sin imponer asignaturas, entre otras muchas cualidades visionarias con el fin de un futuro mejor para todos. Realmente el método Montessori se merece un exclusivo post dedicado a él que escribiré más adelante.

Nuestros hijos nos piden incesantemente que les ayudemos a conseguir cosas por ellos mismos respetando sus deseos y su propio ritmo de aprendizaje.

Sara Ribot.

Escritora, bloguera y mamá.

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jueves, 25 de febrero de 2016

La importancia del papel paternal.

Despertemos. Estamos en el siglo XXI. La igualdad de género representa que ha avanzado, que ha mejorado y se está consolidado. Pero no es así. Nada más lejos de la realidad porque aun queda mucho por hacer.


No puede coexistir una igualdad de género si no disponemos de una conciliación familiar y laboral digna para ambos. De sueldos dignos para todos. Sobre todo si mamá tiene que alimentar, cuidar y velar por su bebé al mismo tiempo que ha de volver a su puesto de trabajo o seguir trabajando desde casa. Por lo que si nos damos cuenta, cada vez se nos exige más y más a las mujeres.

Por ejemplo, si no damos a basto y no podemos con todo, se nos etiqueta deliberadamente como malas madres. Sin embargo, con el mínimo esfuerzo de papá, les llueven elogios por doquier. Absurda injusticia y falta de sentido común, en mi opinión. Evolucionar en este aspecto es otro de los requisitos para una igualdad justa, satisfactoria y para una unión familiar beneficiosa. Al fin y al cabo estos valores se los transmitiremos a nuestros hijos.

Cierto es que el bebé los primeros meses de vida con quien necesita estar es con mamá. Pero el papel paternal en una familia unida es vital para crear un vínculo familiar afectivo, una lactancia exitosa y un apoyo moral realmente necesario en toda la etapa de la crianza.


Antes incluso de ser padres, deberíamos cerciorarnos de querer, creer y defender el mismo modelo de crianza que deseemos para nuestros hijos porque la complicidad y el apoyo entre ambos es primordial para una estabilidad emocional y una tranquilidad validada.

Cada vez hay más papás que quieren involucrarse en la crianza desde el embarazo, algo digno de ver, oír y experimentar puesto que el papel paternal estuvo tristemente ausente en pasadas generaciones y eso provocó muchas carencias afectivas y emocionales que seguimos arrastrando en la edad adulta. Por suerte, en la actualidad SÍ se empieza a valorar la importancia del rol paterno-filial.

A los papás que aun les cueste dar ese paso para ser y sentirse parte importante de la familia les recomiendo asistir a charlas que organicen vuestros iconos de referencia en la crianza como -en mi caso- el eminente Pediatra y Escritor Carlos González, entre otros. También os animo a rodearos de otros papás sin miedo a mostrar sus sentimientos y emociones, modernos y actuales con grandes valores que aportar a su familia y al mundo entero como la Organización sin ánimo de lucro #siloshombreshablasen.


Pues ya quedó atrás los tiempos en los que mamá se quedaba en casa cuidando de los hijos y papá trabajando exclusivamente porque hoy en día se sabe que por mucho que mamá decida quedarse en casa para cuidar de los peques, eso no exime de responsabilidades a papá. Del mismo modo que si fuese al revés. Las tareas del hogar es cosa de dos. La crianza de los hijos es cosa de dos. La economía provenga de donde provenga es de los dos y para la familia que habéis creado.

Porque una familia unida sin reproches lo es todo.

Sara Ribot.


* Podeis adquirir un ejemplar del libro e informaros de los próximos eventos en la Fan Page.
* Próxima presentación del libro el 14 de marzo a las 18:00h en la Biblioteca Pública de Lleida con Llavors de Vincle.

lunes, 22 de febrero de 2016

Si fuéramos más empáticos...

Respecto a la noticia que salió a relucir hace unos días sobre el asunto de los profesores pederastas en unas escuelas de curas llamada Maristas, quiero transmitir lo mucho que me entristece el suceso por las víctimas afectadas. Tienen todo mi apoyo incondicional.


Cursé primaria y secundaria en esa escuela y esos profesores fueron los que me impartieron clase de Educación física e Informática.

En estos casos siempre me pregunto qué clase de educación e infancia tuvieron y experimentaron para acabar de este modo. O qué tipo de enfermedades mentales no pueden ser detectadas en años de perturbación.

Aún así, jamás defenderé sus posturas. Uno siendo un cobarde por no tratarse esa necesidad y desviación y el otro por ser un depredador sexual premeditado a mi modo de ver. Algo que me aterra solo pensarlo.

El claustro de esa escuela también son cómplices de todas esas atrocidades a mi parecer puesto que sabiéndolo e intuyéndolo no hicieron nada al respecto. A uno lo despidieron al enterarse sin más interacción -como una buena denuncia- y el otro pudo llegar a jubilarse sin un rasguño en su hoja de servicios.

Son estas acciones las que nos llevan a deshumanizarnos, desnaturalizarnos y desconectarnos de nuestra empatía.


¿Cómo la reputación -lo que piensen los demás- y el tema económico -una vez más- puede ser más importante que el valor y el respeto de la vida humana? Al fin y al cabo somos seres idénticos provinientes de la misma línia de antepasados. Cada uno con sus características y sus opiniones pero todos somos humanos, mamíferos. Todos vivimos bajo el mismo planeta, bajo el mismo techo.

Ayudemonos en vez de destruirnos por el camino del... ¿éxito? Seamos más empáticos. Partícipes de la evolución y no de la destrucción. El sentido de la vida es más de lo que seguramente estamos preparados para saber y sentir. Somos hormigas en el Universo. Es un honor estar aquí. No hagamos de algo tan maravilloso una pesadilla.

Siempre estamos a tiempo de potenciar nuestros valores positivos y bondadosos, no los negativos y egoístas. Si todos pusieramos de nuestra parte, estos sucesos se delatarían a la mínima sospecha y no se escurriría el bulto por el que dirán ni por fines materiales. Sino que se antepondría la complicidad y la comprensión del respeto a la vida y a lo correcto.

A los del claustro... ¿Dónde está vuestra conciencia?


Repito. Las víctimas de esos años de soledad, intimidación y violación inimaginable, tienen todo mi apoyo incondicional. Solo espero que llegue el día en el que se dejen de sufrir este tipo de abusos enfermizos.

La educación y los años de infancia es determinante. Todo depende de nosotros -los padres, cuidadores y mentores- para enseñar los valores realmente importantes como el disfrute de las pequeñas cosas y de las maravillas que nos rodean y no han sido inventadas por nosotros, como toda la belleza y la sabiduría que entraña la naturaleza.

Sara Ribot.

jueves, 18 de febrero de 2016

La disonancia cognitiva.

Cuando tus creencias iniciales mayormente impuestas en tu educación desde el día en que naciste, se interponen a tu instinto que ruge incansable y deseoso por salir desde lo más profundo de tu ser para ser oído pero acaba siendo ignorado una vez más... Estás experimentando el término de Disonancia Cognitiva.


Cuando a la mínima te pones a la defensiva sobre ese tema en concreto, el que te carcome por dentro, el que te exaspera de un modo extremo... Es disonancia cognitiva. Porque algo en tu interior te recuerda que en el fondo, sabes que no los has hecho bien. Que podrías haberlo hecho mejor. Que podrías no estar en lo cierto.

Tu corazón intenta expresar lo que tu mente parece ignorar.

Cuando buscas excusas desesperadamente hasta el punto de desviarte del tema, de alejarte de la realidad sobre el asunto que nos atañe y de sentirte atacado/a u ofendido/a... Es porque tu yo interior intenta hacerte entender que no está conforme. Que hay algo en tu pasado, en tu presente y en tu día a día, que requiere de tu atención.

Cuando sufres en primera persona una disonancia cognitiva significa que necesitas un auto reconocimiento personal para averiguar qué lo provoca, de dónde viene, a qué se debe y cómo puedes solucionarlo.


Reconocerlo es el primer paso.

Nos criaron desde el orden, el silencio, la sumisión, la autoridad... por lo que es totalmente normal que tengamos carencias afectivas y emocionales. Carencias que pueden erradicar en una lucha interior por lo que está aceptado en la sociedad, por lo que se espera de nosotros y por lo que verdaderamente sentimos y deseamos.

Cambiar tu percepción de la realidad que hasta ahora había sido cegado por tu mente como protección al dolor, la humillación y al posible sentimiento de fracaso, será el siguiente paso.

Poner en práctica las nuevas mejoras, la nueva realidad que ahora sí ves gracias a la terapia, a la reflexión o al simple hecho de escuchar a nuestro instinto que tan valioso es, será el paso definitivo para no ser presa de la disonancia cognitiva que tan perturbadora es cuando la sentimos en nuestra propia piel.

Querer es poder. Por lo que si no se quiere mejorar, no habrá nada que hacer.


Si queremos lo mejor para nuestros hijos, debemos demostrarlo. Sepamos admitir nuestros errores y aprender de ellos. Somos seres imperfectos que siempre estamos a tiempo de mejorar. Actuemos en consecuencia y seamos el mejor ejemplo para ellos.

Sara Ribot.
Asesora de BLW.
Escritora, blogger, comunicadora.
Autora de Otro Mundo Es Posible mediante la crianza con apego y La Maternidad Al Descubierto.

lunes, 15 de febrero de 2016

La hospitalización de los bebés.

El otro día en la presentación del libro salió un tema muy importante a relucir. La hospitalización de los bebés. Hoy además, es el día Internacional del Cáncer Infantil, por eso me gustaría abordar este tema para hoy. Y es que sea cual sea el motivo de la hospitalización, las imposiciones de los médicos suelen ser las mismas...


Algunos no te facilitan quedarte a dormir con tu bebé. Incluso cuando se enteran de que practicas colecho te miran con desaprobación y sueltan deliberadamente falsas acusaciones sobre el posible detonante de la enfermedad del mismo.

Otros, no te dejan amamantarlo y te imponen insistentemente que les des biberón, papillas o ambas cosas. Los más descarados se atreven a decir que no deberías seguir amamantando a esa edad... ¡Aunque sólo tenga meses!

Luego están los que, en tono reprochador, te informan sobre cómo obligar a comer a tu hijo sin apetito como si trataran con unos papás ignorantes y con falta de experiencia a los que les falta mano dura porque sino... "se te subirán a la chepa".

Lo que acaba en una batalla constante y en una estancia hospitalaria eterna. Por la preocupación constante por tu bebé y por la incomodidad y la frialdad con la que te atienden los sanitarios.


Por eso debemos decir basta. Debemos dejar de seguir el son que quieren sin fundamento o con fines que no sean estrictamente médicos y recordar que nuestros bebés, se encuentren mal o no, lo que necesitan es estar en contacto con sus padres y fomentar ese vínculo afectivo que lo es todo para ellos. Porque el amor lo mueve todo tengamos la edad que tengamos.

Existen leyes que nos respaldan a los papás y bebés en esas circunstancias. Busquemos, preguntemos en grupos de apoyo, hagamos tribu tributaria y llevemos todas esas leyes en mano para que nos atiendan como nos merecemos. Para que dejen de diagnosticar falsos juicios personales y se atañen en las pruebas pertinentes y en curar mientras nosotros, los papás, curamos de nuestros bebés a nuestro modo, que es el más agradecido.

Muchos casos han habido sobre prematuros que han mejorado notoriamente al practicar el piel con piel con su mamá o papá. El ritmo de los latidos del corazón, el calor corporal, el olor que reconocen y la voz dulce y susurrante que ya han oído antes... son los remedios curativos más naturales y efectivos que se han presenciado.


No nos olvidemos de ello y promovamos el recuerdo de estos hechos y la información del peso de la ley adecuada respecto a las ayudas en las estancias hospitalarias para que cada vez se respete más a las familias en momentos tan delicados como la posible enfermedad de un bebé.

Sara Ribot.


*Podeis adquirir un ejemplar del libro en la Fan Page.

jueves, 11 de febrero de 2016

La crianza con apego SÍ es la solución.

Tiempo al tiempo. Esa es la frase que pensamos muchos papás y mamás cuando nos critican nuestra forma de criar. ¿Una crianza con apego seguro? Ya las palabras les retumban en los oídos, les chirrían los dientes. "Los vamos a mal criar, serán unos mimados, no serán independientes..." Y un largo etcétera de banalidades carentes de fundamento.


Tiempo al tiempo. Es lo que algunos papás y mamás hemos contestado para no alargar una conversación que aveces, acaba convirtiéndose en una discusión vacía e incómoda. Porque quién no quiere ver, no lo hará.

Tiempo al tiempo. Es lo que los abatidos papás y mamás nos decimos a nosotros mismos cuando ya hemos demostrado todo lo demostrable con la ayuda de las últimas investigaciones con base científica de nuestro siglo XXI y siguen mirándonos como a un bicho raro ignorante. Nada más lejos de la realidad.

Tiempo al tiempo. Es lo que ahora recordamos muchos papás y mamás al ver cómo estan cambiando las cosas. Como el Señor Estivill que tanto daño hizo hace 20 años, ahora intenta desesperadamente retractarse de sus escritos faltando al respeto a todos los lectores que en su día creyeron fielmente en su método, aun a costa de la salud y el bienestar de sus bebés.


Ese tiempo al tiempo está llegando a su fin cuando veo cada vez más artículos que hablan de métodos tan criticados como el BLW, la alternativa a las papillas, como algo beneficioso para nuestros hijos.


Ahora sí.

Miedo a lo desconocido. Miedo al cambio. La incertidumbre. Todo eso es lo que nos lleva a seguir la corriente de la mayoría aun a sabiendas de que podría no ser lo más correcto o justo para nuestros hijos ni para nosotros mismos. Por eso... La información es poder y a nuestro instinto hay que oír.

Aun hay mucho que hacer pero el camino hacia una crianza respetuosa se está allanando, haciendo visible lo que antes parecía imposible. Nos guste o no, los medios de comunicación tienen mucha fuerza de convicción para la población y son algunos de estos medios los que empiezan a informarse por propia voluntad e inconformismo y se dan cuenta de lo equivocados y estancados que están el resto respecto a la crianza.


Porque una crianza con apego seguro y respetuosa, es lo que necesita nuestra sociedad y nuestros hijos aquí y ahora.


Sara Ribot.
Asesora de BLW.
Escritora, blogger, comunicadora.
Autora de Otro Mundo Es Posible mediante la crianza con apego y La Maternidad Al Descubierto.

lunes, 8 de febrero de 2016

El poder que nos otorga la maternidad.

¿Alguna vez te han tratado de un modo despectivo, irrespetuoso e indecente? ¿Alguna vez te has sentido más diminuta que una hormiga sin derecho a decidir o hablar por ti misma?

Encontrarte en ese entorno en el que te sientes débil, pequeña e insignificante y descubrir abatida que no dispones de un ápice de voz ni un mínimo de confianza para hacerte oír entre la multitud.


Pero entonces llega el día en que te conviertes en madre y sientes un férreo instinto de protección por esa vida que has traído al mundo. Por esa vida que defenderás hasta la saciedad como jamás te has defendido a ti misma.

Instantes en los que contemplas con devoción a tu bebé es cuando piensas, llegas a una conclusión clarividente como si de esclarecer una encrucijada interior se tratase y te preguntas... ¿Cómo voy a transmitirle a mi bebé que puede conseguir todo aquello que se proponga si no lo ve, no lo siente y no lo palpa de mí, su referente? ¿Cómo va a quererse y creer en sí mismo cuando yo no lo reflejo en mi?

Y como si resolvieras una duda existencial, proyectas una visión de ti que creías haber olvidado. Una razón de ser dentro de este insólito caos que nosotras mismas nos hemos creado por sometimiento. Una solución a la situación que te atormenta y que has ido demorando...

Y es que tu opinión SÍ importa. Tus sentimientos SÍ son válidos. Y tu persona SÍ tiene cabida en este mundo.


Nadie es más que nadie. Todos llegamos al mundo de igual modo y tenemos los mismos derechos de ser, sentir y vivir. Todos nos merecemos respeto y quien no nos trate de igual a igual, quien no nos haga sentir especiales como seres únicos que somos, debemos alejarlos de nuestras vidas. Sea quien sea. Más allegados o menos. Porque el derecho a existir y creer en uno mismo es de todos y no se puede medir.

¿Quién dispone de una varita mágica para poner límites a nuestros sueños? ¿Quién es suficientemente sabio para etiquetarnos en una sola definición? ¿Quién nos llega a conocer verdaderamente? ¿Quién es tan importante en nuestras vidas como para soportar lo insoportable? Las respuestas a estas preguntas que deberíamos hacernos más a menudo solo las podemos resolver y solventar nosotros pero yo creo en lo siguiente...

Todo acto debería venir envuelto en un comienzo: Respeto.
Todo sentimiento de odio se puede transformar experimentando una sensación: Felicidad.
Toda decisión que debas llevar a cabo ha de ser tomada desde un indispensable planteamiento: Priorizar.
Todo malestar, sumisión e infra valoración debe ser solventada con un activo importante que ha de estar siempre presente: Amor propio.


A quienes le importemos de verdad. Quienes nos valoren por lo que ya somos y no por lo que podríamos ser. Quienes nos respeten siempre en nuestras decisiones como personas, como madres. Quienes crean en nosotras propongamos lo que nos propongamos y quienes nos apoyen hasta el fin... Son las personas que merecerán estar a nuestro lado a lo largo de nuestra vida. Debemos querernos, valorarnos y respetarnos primero nosotras para sentirnos merecedoras de todo lo anterior.

Seamos el mejor vivo ejemplo para nuestros hijos queriendo y cuidando también de nosotras mismas.

Sara Ribot.
Escritora, bloguera y mamá.

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jueves, 4 de febrero de 2016

Bebés y niños de Alta Demanda: Cuando la situación nos supera.

Cada persona es diferente y cada bebé es un mundo. Cada mamá y papá tiene su forma de ser y su manera de afrontar las situaciones. Cada bebé tiene su nivel de actividad, su curiosidad innata y su particular capacidad de aprendizaje. Y cada uno tenemos un punto en el que podemos alcanzar nuestro límite. Debemos reconocer ese límite e intentar solventarlo.


El término Alta Demanda se conoce para describir un determinado comportamiento en algunos bebés. Son bebés y niños que por las noches se despiertan cada poco para poder sentir el vínculo con mamá, de la que no se quiere separar, con mucha necesidad de succión. Son muy absorbentes. Demandan con urgencia, aquí y ahora... Ya. Lloran desesperados y con un alto volumen. Necesitan realizar cada pocos instantes otra actividad porque se aburren con rapidez y eso hace que les cueste mucho relajarse. Y eso nos lleva a que duerman poco y sean muy activos, resistiendo incluso a dormirse cuando se caen de sueño por seguir explorando lo que tienen a su alrededor.

Sí, son niños, y como niños necesitan explorar y ser activos para desarrollar su capacidad de aprendizaje pero los que son de Alta Demanda llegan a un extremo que nos puede frustrar aun disponiendo de ayuda familiar a la hora de cuidarlos.

Mi hija puede que no cumpla todos los requisitos para definirse como Alta Demanda pero sí algunos de ellos. Soy mamá trabajadora 24 horas al día sin ayuda. Mi límite de paciencia ha ido aumentando en los últimos 15 meses de mi vida. Si antes tenía paciencia, ahora tengo mil veces más al tenerla que ir trabajando con Ariadna y aun así, no siempre es suficiente.


Si un día te levantas con migraña, con ansiedad, enferma o simplemente baja de ánimo o triste, te das cuenta que ya no puedes hacer reposo como en tu vida anterior que ahora parece ya tan lejana y a su vez, debes acarrear más responsabilidades de las que jamás hubieras imaginado. Si tienes un familiar/amigo que te pueda ayudar en esos momentos sería estupendo pero... ¿y si no? Sacas fuerzas de donde no las hay.

Con esto no quiero transmitir negación aunque lo parezca, sino que una vez más, intento defender nuestra postura y la de nuestros hijos aunque sean sumamente demandantes... Ellos no tienen la culpa de ser así, cada uno es como es y no por eso debemos juzgar a los papás de ser los responsables ni a los niños por ser como son. Debemos informarnos de cada caso que nos atañe y rodearnos de papás y mamás en la misma situación para darnos apoyo, fuerza y conciencia y así poder sobrellevar estas situaciones de la manera más respetuosa para todos. Del mismo modo que cuando entran en la etapa de desarrollar su personalidad queriendo dar nombre a lo que sienten y las rabietas son un detonante significativo en su día a día.

La maternidad/paternidad no es fácil, eso lo sabemos todos. Por eso debemos ser más respetuosos entre nosotros y darnos un apoyo constante siempre en pro de defender a nuestros pequeños y de buscar soluciones para mejorar día a día la situación de cada uno porque las cachetadas, los gritos y los castigos no cambiarán la forma de ser de nuestros hijos sino que la empeorarán.


Dicho esto, sepamos decir basta cuando no podamos más. Sepamos pedir ayuda cuando la necesitemos sin sentirnos malas madres o malos padres por ello. Sepamos ver más allá de lo estipulado socialmente y priorizar lo que es importante para nuestros hijos y para nosotros.

Querernos tal y como somos sin miedo a reconocer nuestros errores, será lo que nos impulse a ser mejores personas y padres para nuestros hijos.

Sara Ribot.


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lunes, 1 de febrero de 2016

El poder de la autorregulación.

La naturaleza de nuestro cuerpo es sabio desde el nacimiento y por eso debemos confiar en él. Como cuando alrededor del año de vida comenzamos a tener micro despertares como respuesta innata del ser humano a estar en alerta constante. De igual modo ocurre con el poder de la autorregulación de nuestros hijos a la hora de comer.


Ellos saben cuándo, cuánto, qué y cómo. Cuándo tienen hambre, cuanta cantidad necesitan para saciarse, qué alimento necesita su organismo en ese momento y cómo alimentarse por instinto propio, por observación y por imitación. Por esa razón jamás debemos obligar a comer bajo ninguna circunstancia.

Sabiendo todos estos hechos verídicos, os diré más. No es necesario que coman papillas o triturado. Cuando no existían las batidoras, entre otros artilugios, se ofrecían los alimentos a trozos desde un principio sin necesidad de tener dientes. Actualmente, gracias a la OMS (Organización mundial de la Salud) entre otras entidades, sabemos que hasta los seis meses de vida deben ser alimentados por Lactancia materna o biberón en exclusiva. A partir de ahí, recomiendan empezar a introducir alimentos sólidos como complemento de la leche materna o el biberón que seguirán siendo la fuente principal de alimento hasta los dos años.


Gracias a eminentes nutricionistas como Julio Basulto, sabemos que se deben cumplir una seria de requisitos para empezar a introducir la alimentación complementaria sólida:

- Haber cumplido los seis meses de lactancia materna o artificial en exclusiva.
- Que el bebé tenga la capacidad de mantenerse sentado por sí mismo.
- Que muestren interés por la comida.
- Deben haber perdido el reflejo de extrusión.

Aunque en España vayamos un paso por detrás, en países como Inglaterra el novedoso sistema BLW (Baby Led Weaning) que se podría traducir como alimentación complementaria autorregulada, ya es bastante conocido y practicado por muchos papás y mamás que disfrutan de todos los beneficios que este método nos brinda al convertirse la hora de comer en un placer y no en una pesadilla.


Nuestros hijos se ensuciaran de igual modo e incluso más al comer ellos mismos, por eso debemos dejar de lado el estrés superficial que nos impulsa a querer verlo todo limpio y dejarnos llevar por el respeto y la confianza que les brindamos a nuestros pequeños y que ellos nos agradecerán enormemente viendo los resultados al poco tiempo y a la larga.

Se realice o no este sistema, recomiendo informarse sobre las maniobras de socorro ante ahogamientos o atragantamientos porque la mayoría de bebés pasan por una fase oral en la que todo objeto o alimento acaba en la boca, por eso siempre deben estar en la supervisión constante de un adulto.

Confiemos en la sabia naturaleza, en nuestra capacidad humana proveniente de los mamíferos y por consiguiente, en la autorregulación de nuestros hijos. ¡Practiquemos BLW!


Esto y mucho más lo encontrareis en mi libro "Otro mundo es posible mediante la crianza con apego" que podeis adquirirlo en la fan page.

Sara Ribot.