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lunes, 4 de abril de 2016

Desmontando mitos sobre crianza. (II)

Vamos a seguir desmontando falsos mitos que se han ido postergando de generación en generación respecto a todo lo relacionado con la crianza natural y respetuosa de nuestros hijos. Por si alguien se ha perdido la 1ª parte la teneis aquí.


-Si se les da la mano, ellos cogerán el brazo.
El miedo que tienen muchos papás y mamás ante esta situación es que al permitir la negociación, se les concede poder a nuestros hijos. Sin embargo, negociando con ellos lo que conseguiremos es dejar las herramientas necesarias a su disposición para que en un futuro aprendan a triunfar en lo que se les dé bien siendo honrados con los demás porque en su día les habremos tenido en cuenta y habrán tenido voz y voto en su núcleo familiar afectivo.

- No tengo suficiente leche.
Siempre que la lactancia sea a demanda, la madre producirá la cantidad de leche que el bebé necesita. La manera de producir más leche es dejando que el bebé se agarre al pecho y succione tanto como desee porque una mayor estimulación es igual a una mayor producción, sencilla y llanamente.

-Los niños necesitan ser castigados para que aprendan que hay consecuencias por su mala conducta.
Las personas que piensan de este modo, creen que si nuestros hijos no son castigados, nunca aprenderán acerca de las consecuencias... Pero se les olvida que tanto los peques como los adultos aprendemos por ensayo-error. Con nuestros consejos aprenderán a relacionar sus actos con esas consecuencias que caen por su propio peso y que en sí mismas ya son suficiente "castigo". Reflexionemos ante esta pregunta: ¿Queremos criar niños empáticos que quieran hacer lo correcto o criar niños serviciales solo para evitar consecuencias negativas?

-Dejarles llorar.
Los sistemas cerebrales de los bebés son de rápido crecimiento por lo que aprenden unos patrones con los que convivirán el resto de sus vidas, en este caso mermando su salud porque dependiendo de la atención que reciban, así será su carácter y su día a día y dejarles llorar es una tortura para ellos. No tienen la capacidad de manipularnos como muchos piensan, sino que tienen necesidades y llorar es la única manera biológica que saben para decirlo hasta que llegue el día en que aprendan a comunicarse con nosotros.

Gran parte de la humanidad está perdiendo importantes valores por el camino, quedando de esta manera confundidos respecto a lo que deben o no deben hacer para favorecer el desarrollo saludable de sus hijos durante todas las etapas de sus vidas.

Una ma/paternidad cariñosa y sensible, consciente y empática, va a ser la mejor previsión de resultados positivos en los niños del mañana.

Sara Ribot.

* Podeis adquirir un ejemplar del libro aquí.

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