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lunes, 7 de marzo de 2016

Las injustas críticas hacia el beneficioso colecho.

El sueño es el tema sobre el que más se habla habiendo muchas teorías al respecto. Si nos remontamos a lo natural y a los estudios científicos de la actualidad, tendremos la certeza de que para los bebés humanos despertarse a menudo es lo normal porque no están diseñados para dormir durante periodos prolongados. De hecho, nadie duerme toda la noche, ni siquiera los adultos. Los períodos de despertar y de sueños cortos los experimentamos todos aunque luego no los recordemos. Los bebés, además, tienen un ciclo de sueño más corto que los adultos.


Entre todos los mamíferos, los bebés humanos nacemos más inmaduros que otros animales. Eso hace que necesitemos un contacto cercano de calidad. Está comprobado que es lo mejor para su desarrollo cerebral y emocional.

Dicho esto, dormir con el bebé -colecho- es la forma más natural y hermosa de mantenerlo cerca. Es la solución más fácil y natural para atender sus necesidades durante la noche, para fomentar el vínculo y mantener la producción de leche en el caso que demos pecho.

Está confirmado en múltiples estudios que practicar colecho disminuye el riesgo de muerte súbita. Por otro lado, el temor de aplastar al bebé que tienen muchos papás es ficticio ya que el instinto maternal y paternal evitará tal suceso, excepto si alguno de los dos está bajo los efectos del alcohol o las drogas.


Existen muchos mitos respecto al colecho como que ya no van a poder tener relaciones sexuales -cuando hay más sitios donde practicarlo que no sea la cama marital- o que nunca saldrán de la cama. Son mitos injustos, faltos de lógica y nada verídicos. Dormir junto a nuestros hijos les dará la seguridad y confianza que necesitan para ser independientes. Todos acaban pidiendo su propia habitación tarde o temprano.

Hay una explicación que se oye y dice mucho entre las que practicamos colecho, de la que estoy totalmente de acuerdo porque tan solo se trata de ser más empáticos y menos egoístas:

A todos nos gusta dormir acompañados pero paradójicamente, no pensamos en ningún momento que eso mismo es lo que pueden sentir nuestros hijos que ni siquiera pueden comprender este hecho.



En los Países Bajos, por ejemplo, son un referente al parto de calidad y las mujeres tienen la opción de dar a luz en maternidad o en la intimidad de su propio domicilio. En el caso de que el bebé nazca en el hospital solo permanecen ingresados 24 horas si todo fue bien y sin complicaciones. Durante la recuperación el bebé permanece en una cuna de colecho adosada a la cama de la madre en la habitación del hospital. De esta manera, la mamá puede descansar sabiendo que tiene siempre a su bebé cerca sin necesidad de pedir ayuda para que se lo alcancen.

Si a nosotros nos gusta dormir de a dos, ¿por qué nos empeñamos en que los peques duerman solos?

Ellos nos necesitan, no les alejemos de nosotros.

Sara Ribot.

Escritora, bloguera y mamá.

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