El amor incondicional que sentiremos por nuestro bebé será el que nos ayude a hacer caso omiso a los consejos faltos de devoción como no cogerle en brazos para que no se mal acostumbre. Si priorizáramos el amor en nuestros actos diarios seríamos mucho más respetuosos y solidarios entre nosotros... Valiosos valores que transmitiríamos a nuestros hijos.
Nuestra conciencia debe ser la creadora de nuestros pensamientos. Nos ayudará a discernir los buenos consejos de los desechables. No es lo mismo dejar llorar al bebé por abatimiento con un calado mensaje y sentimiento de abandono, que acunarlo en nuestro pecho y en nuestros brazos para que pueda sentirse arropado, seguro y amado.
Los bebés se desarrollan mejor, crecen más estables y con una mayor autoestima en un clima cálido y afectivo que en un ambiente hostil y distante. Obviamente, la mejor manera de crear ese clima será mediante el contacto, las caricias y el respeto por lo que cuanto más amor demostremos, mejor crecimiento y desarrollo tendrá nuestro bebé.
Creer y confiar en nuestro instinto, en nuestro ser, es lo que nos hará culminar la mejor de las crianzas respetuosas puesto que somos humanos y aunque imperfectos, disponemos de unos buenos valores interiores y de un instinto de superación que no nos abandonará jamás.
Una tribu que comparta nuestros valores y nuestra filosofía de vida será primordial para ofrecer y recibir ese apoyo vital que nos empoderará como padres.
Escritora, bloguera y mamá por encima de todo.
* Podeis adquirir un ejemplar del libro en los siguientes Puntos de venta. Si preferís un ejemplar firmado no dudeis en contactar conmigo en la Fan page.
No hay comentarios:
Publicar un comentario